miércoles, 5 de enero de 2022

Los cuatro pilares del aprendizaje

 


Otro de mis libros que siempre vuelvo a leer.

Stanislas Dehaene

¿CÓMO APRENDEMOS?

Los cuatro pilares con los que la educación puede potenciar los talentos de nuestro cerebro.


"...todos los aprendizajes dependen de que se modifiquen los circuitos del cerebro durante un período sensible en que todavía son flexibles y poseen un enorme margen de plasticidad, pese a estar parcialmente especificados por la evolución. Sin embargo, la existencia de la plasticidad sináptica no es suficiente para explicar el extraordinario éxito de nuestra especie. 

En efecto, dicha plasticidad está presente en todo el mundo animal: incluso la mosca, el nematodo o la babosa de mar poseen sinapsis modificables. Si nos hemos convertido en Homo docens, si el aprendizaje se convirtió en nuestro nicho ecológico y en la principal causa de nuestros logros planetarios, es porque el cerebro dispone de una variedad de trucos adicionales. 

A lo largo de su evolución, el cerebro de los seres humanos consiguió y pulió cuatro funciones de gran importancia que maximizan la velocidad con la cual extraemos información del entorno. Las llamo “los cuatro pilares del aprendizaje”, porque son indispensables para todas las construcciones mentales que realizamos: si solo uno de estos pilares falta o es inestable, todo el edificio tambalea. A la inversa, cada vez que necesitamos aprender, y aprender rápido, podemos confiar en ellos para optimizar los esfuerzos. 

Estos pilares son: 

  • La atención, que amplifica la información sobre la que nos concentramos. 
  • El compromiso activo, un algoritmo que llamamos también “curiosidad”, y que incita al cerebro a evaluar constantemente nuevas hipótesis. 
  • La revisión o feedback a partir del error, que compara las predicciones con la realidad y corrige los modelos que elaboramos acerca del mundo. 
  • La consolidación, que automatiza y vuelve fluido lo que aprendimos, especialmente durante el sueño. 
Lejos de ser exclusivas de los humanos, estas funciones se comparten con muchas otras especies animales. Sin embargo, gracias a nuestro cerebro social y a las habilidades lingüísticas, las aprovechamos de manera más eficaz que cualquier otro animal, especialmente en nuestras familias, escuelas y universidades. 

Prestar atención, involucrarse, poner a prueba lo adquirido y saber consolidarlo son los secretos de un aprendizaje exitoso. Y estos componentes fundamentales de la arquitectura cerebral se implementan con igual eficiencia en la familia y en la escuela. 

El maestro o la profesora que logre movilizar estas cuatro funciones en cada uno de sus alumnos sin duda maximizará la velocidad y la eficacia con que aprenderá su clase. 

Todos deberíamos, entonces, aprender a dominarlas, y con ese objetivo, necesitamos comprender bien cómo funcionan y para qué sirven."