martes, 31 de julio de 2012

Los adolescentes que hacen más de cuatro comidas están más delgados


Un nuevo estudio liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del CSIC demuestra que ciertos hábitos saludables como comer más de cuatro veces al día en comidas estructuradas o mantener una velocidad adecuada durante ellas se relacionan con una menor cantidad de grasa corporal, independientemente de la actividad física que se realice durante el tiempo libre.




Los datos de la grasa se obtuvieron a través de la suma de seis pliegues cutáneos y de la circunferencia de la cintura de 1.978 adolescentes (1.017 chicas) entre 13 y 18 años procedentes de cinco ciudades españolas (Granada, Madrid, Murcia, Santander y Zaragoza). También se evaluó el papel de la actividad física en el tiempo libre sobre la grasa.

“Para dilucidar cuál es el efecto sobre la obesidad de los hábitos dietéticos es necesario estudiarlos en conjunto con otros hábitos de vida como la actividad física”, explica a SINC Sonia Gómez Martínez, primera autora del trabajo e investigadora en el departamento de Metabolismo y Nutrición del ICTAN.

Los chicos medían y pesaban más, además de poseer un mayor perímetro de la cintura y de comer más rápido durante las comidas. Sin embargo, según el estudio publicado en elJournal of Adolescent Health, la grasa acumulada era menor en ellos.

Asimismo los autores observaron como la influencia benéfica que el consumo del desayuno diario tiene sobre la obesidad puede ser especialmente relevante en los adolescentes varones que no practican ninguna actividad física, ya que los que se saltaban esta comida mostraban los valores de grasa corporal más altos.

"Con los resultados obtenidos se ha demostrado que una de cada cuatro chicas y uno de cada tres chicos españoles tienen sobrepeso o son obesos”, afirma Gómez Martínez.



Sin embargo, solo el 18,5% de los chicos no practicaba ningún tipo de deporte, frente al 48,5% de las chicas.


La maduración sexual y el aumento de talla y peso son las características que marcan las necesidades nutricionales de los adolescentes, que durante esta etapa aumentan aproximadamente el 20% de la altura que tendrán como adulto y el 50% de su masa muscular y ósea.

Estos procesos requieren una elevada cantidad de energía y nutrientes, de ahí que la alimentación deba estar diseñada para cubrir el gasto que se origina. Durante la adolescencia, son tres los minerales que tienen especial importancia: el calcio, el hierro y el zinc.

Mientras que el calcio es fundamental en el crecimiento de la masa ósea, el hierro interviene en el desarrollo de tejidos hemáticos (los glóbulos rojos) y del tejido muscular, y el zinc en el desarrollo de la masa ósea y muscular. También está relacionado con crecimiento del cabello y uñas.

Entre las recomendaciones diarias para la alimentación de los adolescentes está el tomar tres o cuatro tazas de leche o yogur para aportar calcio, vitamina D y riboflavina; cinco o más raciones de frutas o verduras; dos porciones de alimentos proteínicos magros; de seis a once porciones de cereales, pasta, arroz y patata; y pequeñas cantidades de alimentos ricos en grasa y en azúcar.


Por: Aránzazu Ibáñez

Fuente de información:

Sonia Gómez-Martínez, David Martínez-Gómez, Fátima Pérez de Heredia, Javier Romeo, Magdalena Cuenca-Garcia, Miguel Martín-Matillas, Manuel Castillo, Juan-Pablo Rey-López, Germán Vicente-Rodriguez, Luis Moreno y Ascensión Marcos. “Eating Habits and Total and Abdominal Fat in Spanish Adolescents: Influence of Physical Activity. The AVENA Study”.Journal of Adolescent Health 50 (2012) 403–409.

lunes, 30 de julio de 2012

Las amígdalas y los cambios de humor en la adolescencia

La amígdala juega uno de los papeles más importantes en el proceso emocional. Esta actúa como un sistema preatencional que detecta los estímulos de recompensa, ambiguos o de miedo de forma muy temprana. Detecta y aprende las señales de peligro potenciales y genera respuestas fisiológicas y conductuales a estos estímulos. Este procesamiento lo realiza de forma automática e inconsciente.






La adolescencia es una fase crucial en el desarrollo de los circuitos neuronales relacionados con el comportamiento y la afectividad.

Los especialistas tratan de desentrañar cómo la estructura cerebral influye en la actitud de los jóvenes problemáticos. Investigadores australianos y estadounidenses han identificado regiones del encéfalo cuya forma y tamaño están directamente relacionados con la agresividad típica de esta etapa de la vida, en la que suelen surgir conflictos familiares, sobre todo con los padres.

Los resultados del estudio, dirigido por el Centro de Neuropsiquiatría de la Universidad de Melbourne y publicado en «PNAS», sugieren que los adolescentes con mayores amígdalas se enfrentan con más agresividad a sus progenitores. Al revisar los datos obtenidos, con 137 voluntarios adolescentes, concluyeron que existe una relación directa entre la forma y el volumen de varias partes del cerebro y la agresividad.



Adolescencia: Amigdala por raulespert

Fuente de información:

http://www.dailymotion.com/

domingo, 29 de julio de 2012

La corteza prefrontal y la regulación de la conducta adolescente


Las facultades mentales que dependen del lóbulo frontal son la capacidad para controlar los impulsos instintivos, la toma de decisiones, la planificación y anticipación del futuro, el control atencional, la capacidad para realizar varias tareas a la vez, la organización temporal de la conducta, el sentido de la responsabilidad hacia sí mismo y los demás o la capacidad empática.





En los adolescentes, la inmadurez del lóbulo frontal les hace más vulnerables a fallos en el proceso cognitivo de planificación y formulación de estrategias, que requiere de una memoria de trabajo que no está completamente desarrollada en la adolescencia (Swanson, 1999).

También influirá en los errores de perseverancia, que son frecuentes en los adolescentes que realizan tareas en las que una regla aprendida debe ser modificada para ajustarla a las nuevas circunstancias, o en la interrupción de la conducta una vez alcanzada la meta perseguida. Estas limitaciones pueden justificar la rigidez comportamental que suelen mostrar muchos chicos y chicas, sobre todo en los primeros años de la adolescencia.

La capacidad para controlar e inhibir respuestas irrelevantes o inadecuadas va a depender igualmente de funciones también relacionadas con la corteza prefrontal, como la atención sostenida, aún en proceso de desarrollo durante la adolescencia (Klenberg, Korkman y Latí-Nuuttila, 2001; León- Carrión, García-Orza y Pérez-Santamaría, 2004).

El papel que desempeña la corteza prefrontal, concretamente la ventromedial, en la toma de decisiones, da indicios de la mayor impulsividad e implicación de los adolescentes en conductas de riesgo relacionadas con la sexualidad, el consumo de drogas o los comportamientos antisociales.

Más allá de ese control de la función ejecutiva, algunos estudios recientes han encontrado evidencia sobre la implicación de la corteza prefrontal en otras capacidades relacionadas con la cognición social, tales como la autoconciencia (Ochsner, 2004), la empatía, la adopción de perspectivas o la teoría de la mente (Frith y Frith, 2003). Así, estas funciones también van a experimentar un claro avance durante la adolescencia, lo que va a favorecer en el adolescente un comportamiento interpersonal cada vez más avanzado.

Si la corteza prefrontal dista mucho de haber madurado por completo al inicio de la adolescencia es de esperar que las facultades que dependen de ella presenten algunas limitaciones en ese momento, pero que vayan mejorando con el avance de la adolescencia. En este sentido, tal como habían descrito Inhelder y Piaget (1955), la competencia cognitiva del adolescente experimenta un desarrollo importante durante los años de la adolescencia temprana y media, y muchas de las habilidades arriba mencionadas habrán alcanzado en la adolescencia media un buen nivel de desarrollo.

Ciertamente, las habilidades de razonamiento lógico de los adolescentes de 15 años son comparables a las de los adultos, y en la mayoría de estudios se han observado pocos cambios a partir de esa edad, especialmente en la percepción de los riesgos derivados de algunas conductas o en la evaluación de los costes y beneficios de algunas actividades (Steinberg, 2005).

Sin embargo, a pesar de los avances en competencia cognitiva y en la toma de decisiones detectados en la mayoría de estudios, los chicos y chicas que atraviesan la adolescencia media y tardía mantienen su preferencia por la búsqueda de nuevas sensaciones y continúan implicándose en muchas conductas de riesgo (Reyna y Farley, 2006).

La inmadurez de la corteza prefrontal en la adolescencia, sobre todo en su etapa inicial, y la impulsividad que lleva asociada contribuyen a explicar la mayor implicación en conductas de riesgo durante este periodo. Pero hay también otros factores adicionales que contribuyen al comportamiento arriesgado de muchos adolescentes.

Como apuntan muchos estudios el candidato a desempeñar ese papel que ha recibido un mayor apoyo empírico es el circuito mesolímbico relacionado con la motivación y la recompensa, que experimenta cambios importantes en la adolescencia temprana como consecuencia de los incrementos hormonales asociados a la pubertad. Este circuito utiliza la dopamina como principal neurotransmisor e incluye las proyecciones desde el area tegmental ventral al cuerpo estriado (núcleo accumbens y núcleo caudado), a las estructuras límbicas (amígdala) y a la corteza orbito-frontal (Burunat, 2004). Su activación como consecuencia de la implicación del sujeto en ciertas actividades recompensantes como la comida, el sexo o el consumo de drogas, provoca una liberación de dopamina, especialmente en el núcleo accumbens, que genera una intensa sensación de placer y motiva al sujeto a la repetición de dichas actividades. Se trata de un circuito neuronal esencial para el aprendizaje, puesto que contribuye a la vinculación entre una conducta y sus consecuencias (Chambers, Potenza y Taylor, 2003).

Si la activación del núcleo accumbens representa el sustrato de los procesos de recompensa y de las conductas de aproximación, la de la amígdala lo sería del aprendizaje evitativo ante situaciones aversivas y asociadas a emociones negativas (Ernst, Pine y Hardin, 2006). Este circuito evitativo, complementario al anterior, supone un freno conductual que evita al sujeto los daños derivados de su implicación en un determinado comportamiento.

Estudios que han empleado técnicas de resonancia magnética con humanos mientras realizaban tareas de toma de decisiones, en las que los sujetos podían obtener recompensas o experimentar pérdidas de diversas magnitud han encontrado una mayor activación mesolímbica, concretamente del cuerpo estriado, en adolescentes que en adultos ante la obtención o anticipación de recompensas (Ernst et al., 2005; Galvan et al., 2006; van Leijenhorst, Crone y Bunge, 2006), algo que habían hipotetizado Chambers et al. (2003). 

La maduración del circuito prefrontal es más lenta que otros cambios cerebrales, no se ve acelerada por los cambios hormonales de la pubertad y depende de la edad y del aprendizaje, no alcanzando su madurez hasta la tercera década de vida. Esto supone que la etapa templana de la pubertad es el momento en el que el desequilibrio es mayor, con un circuito motivacional muy propenso a actuar en situaciones que puedan deparar una recompensa inmediata y un circuito autoregulatorio que aún no ha alcanzado todo su potencial y, por ello, va a tener muchas dificultades para imponer su control inhibitorio sobre la conducta impulsiva.

Por otra parte, el adelanto que ha tenido lugar en la sociedad occidental en la edad a la que se inician los cambios puberales (Bellis, Downing y Ashton, 2006) conllevaría un mayor desequilibrio entre los dos circuitos cerebrales y, como consecuencia, una mayor incidencia de los comportamientos de riesgo durante la adolescencia. En efecto, la mayoría de estudios han encontrado una relación significativa entre la precocidad puberal y la mayor implicación en comportamientos de riesgo (Mendle, Turkheimer y Emery, 2007), aunque es evidente que en esta asociación influyen otros factores ajenos a los neurológicos.

El proceso de desarrollo neurológico no es independiente del contexto, y todas las actividades que chicos y chicas lleven a cabo durante estos años, tanto educativas como de ocio, contribuirán al modelado de su arquitectura cerebral. La adolescencia puede considerarse como un auténtico periodo sensible para el desarrollo de competencias (Chambers et al. 2003), lo que no quiere decir que no se mantenga una importante plasticidad cerebral durante los años posteriores (Blakemore y Frith, 2005).

Un entorno enriquecido y unas actividades estimulantes pueden favorecer la maduración de la corteza prefrontal y de las capacidades autorregulatorias, pero también habría que destacar el papel del afecto parental durante la infancia y la adolescencia.


Por: Aránzazu Ibáñez

Fuente de información:

Alfredo OLIVA DELGADO
Universidad de Sevilla
Desarrollo cerebral y asunción de riesgos durante la adolescencia

http://www.cop.es/delegaci/andocci/files/contenidos/VOL25_3_2.pdf

Cita de Swanson, H. L. (1999). What develops in working memory? A life span perspective. Developmental Psychology, 35: 986.




viernes, 27 de julio de 2012

Adolescentes + Ciencia = Avances en el Futuro



Brittany Wegner, otra joven ganadora del Google Sciencie Fair 2012 de tan sólo 17 años que ha construido "una red neuronal basada en la nube" con la capacidad de diagnosticar el cáncer de mama.





Su proyecto consiste en encontrar un camino que ayude a la medicina actual a utilizar un procedimiento menos invasivo, un sistema que ha llamado Fine Needle Aspirate, con el fin de facilitar el proceso de examinar tumores. Este sistema está basado en redes neuronales artificiales que sean capaces de detectar patrones complejos que van mejorando su análisis a medida que procesa más y más datos.

La joven acabó construyendo una red con Java que luego envió a la nube. El resultado fue alrededor de 7 millones de ensayos producidos por el equipo con una tasa del 99,1 por ciento sensible a los tipos de cáncer maligno. En comparación con otro tipo de redes similares construidas para la detección de la enfermedad, el proyecto de Brittany tenía una sensibilidad de hasta un 4,7 por ciento mejor que el resto.

Lo mejor, como afirma Brittany, es que su proyecto galardonado sigue en construcción y se muestra más inteligente con la experiencia y datos que sigue adquiriendo. Un sistema que la adolescente espera que se implante en el futuro en hospitales y que pretende hacer extensivo a otros tipos de cáncer.

Por: Aránzazu Ibáñez

Fuente de información:


Future of Tech
http://www.futureoftech.msnbc.msn.com/technology/futureoftech/17-year-old-girl-builds-artificial-brain-detect-breast-cancer-908308

martes, 24 de julio de 2012

Adolescentes españoles, grandes en talento



Luis Iván Cuende lider y fundador del proyecto Asturix 






Iván Hervías, Marcos Ochoa y Sergio Pascual,  tres adolescentes españoles que han ganado el concurso mundial de innovación «Google Science Fair 2012» con un proyecto para conocer la vida microscópica en aguas dulces.
Estos tres adolescentes crearon durante casi cuatro años y principalmente en su tiempo libre una base de imágenes de miles de fotografías y han realizado distintos experimentos para conocer el comportamiento de los microbios en el medio acuático.

Google ha informado en su blog oficial que estos proyectos han sido seleccionados de entre miles de propuestas innovadoras procedentes de un centenar de países sobre temas de salud, energía o vida marina, entre otros.
«El jurado quedó impresionado con la calidad de los proyectos de este años y por la ingenuidad, dedicación y pasión de los jóvenes científicos que los pusieron en marcha», ha indicado la compañía tecnológica.





Por: Aránzazu Ibáñez

Fuente de información: Google Science Fair 2012 http://www.google.com/events/sciencefair/projects/gsf45.html

domingo, 22 de julio de 2012

" Debe evitarse hablar a los jóvenes del éxito como si se tratase del principal objetivo en la vida..."




Corea del Sur tiene la tasa de suicidios más alta de los países ricos y es la principal causa de muerte entre los adolescentes. Las cifras son tan dramáticas que el Gobierno se plantea cambiar el modelo educativo.

"Quieren que los estudiantes sean menos eficaces pero más felices" 

Corea del Sur: prohibido fracasar (pincha sobre el título)

Vídeo
'Informe Semanal'
RTVE (21-07-12)

sábado, 21 de julio de 2012

La razón más importante para trabajar en la escuela y en la vida es el placer de trabajar



" Debe evitarse hablar a los jóvenes del éxito como si se tratase del principal objetivo en la vida. La razón más importante para trabajar en la escuela y en la vida es el placer de trabajar, el placer de su resultado y el conocimiento del valor del resultado para la comunidad."





Son palabras de Albert Einstein, un gran genio que tuvó sus fracasos:

Albert Einstein no habló hasta los cuatro años y no leyó hasta los siete. Su maestra lo describió como mentalmente lento, insociable y encerrado siempre en sueños tontos. Lo expulsaron y no lo dejaron ingresar en la Escuela Politécnica de Zurich. Luego, en 1905, la Universidad de Berna rechazó una tesis doctoral por considerarla irrelevante y fantasiosa.


El principal objetivo de la escuela debe radicar en "enseñar a vivir" al alumnado, facilitando su integración en el mundo. Para alcanzar esta meta, la enseñanza debe fomentar valores individuales, grupales y el trabajo en equipo, mucho más fructífero y enriquecedor.

Ésta ha de ser la meta que guíe nuestros pasos dentro del aula, independientemente de la materia que impartamos, pues a la escuela se le encomienda la ardua y gratificante tarea de enseñar a vivir en los difíciles tiempos que corren. De ahí la necesidad de conectar las distintas áreas con la vida cotidiana y con el tiempo presente.


Uno de los errores que se cometen con frecuencia en la escuela, quizás de forma inconsciente, es la potenciación del individualismo a través del fomento de la competitividad, algo que repercute negativamente en el ambiente de convivencia provocando envidias, deseos fallidos y enemistades dentro del grupo-clase.

Todo buen docente ha de partir de la convicción de que, al mismo tiempo que enseña, aprende y, por tanto, ejerce como un excelente profesor y un aventajado estudiante, ya que la tarea de aprender nunca toca su fin, pues se prolonga indefinidamente.


Por: Aránzazu Ibáñez

jueves, 19 de julio de 2012

Los jugadores de videojuegos de acción mejoran sus habilidades de atención, cognición, sensoriales y espaciales




Las investigaciones, llevadas a cabo por la investigadora Daphne Bavelier en la Universidad de Rochester (Estados Unidos) y en la Universidad de Ginebra (Suiza) durante la última década constatan que los jugadores de videojuegos de acción mejoran sus habilidades de atención, cognición, sensoriales y espaciales.

Las mejoras no duran únicamente unos pocos días, "sino también meses y años", ha asegurado Daphe Bavelier, en campos como la agudeza visual, la toma de decisiones, el nivel de atención y el cambio de tarea, algo que los investigadores han contrastado midiendo la exactitud y el tiempo de reacción para cada ítem.

Los científicos compararon además a jugadores de videojuegos de acción con jugadores de otro tipo de videojuegos, y comprobaron como en el primer caso demostraron ser mejores en el seguimiento de varios objetos a la vez, en la búsqueda con más eficacia de un objetivo en un entorno abarrotado, en el procesado con mayor precisión de imágenes fugaces, en la discriminación de detalles de forma más rápida, en el cambio de tareas de forma más flexible y en el mantenimiento de la atención.

Por todo ello, esta investigadora asegura que este tipo de pasatiempo mejora el proceso de inferencia, ayudando a filtrar el entorno de una manera orientada a un objetivo.

El equipo de la investigadora ha medido directamente el control de atención y el filtrado de distracción mediante imágenes del cerebro, y ha hallado además cambios en el circuito frontoparietal, una red utilizada para la búsqueda eficiente, la acción dirigida a una meta y el filtrado de atención del medio ambiente.

"Un mayor control de la atención produce un efecto goteo en muchos aspectos diferentes de comportamiento, incluyendo la agudeza visual", ha añadido, lo que ha llevado a los investigadores a desarrollar un juego de acción para rehabilitar a pacientes ambliopes (ojo perezoso u ojo vago) para que recuperen la percepción de profundidad.


Por: Aránzazu Ibáñez

Fuente de información:



Biomedicina y Salud: Psiquiatría
Daphne Bavelier, neurocientífica de la Universidad de Rochester (EE UU)
VIII Congreso de la Federación de Sociedades Europeas de Neurociencias (Fens) Barcelona, julio 2012
http://www.agenciasinc.es/Entrevistas/Los-videojuegos-de-accion-entrenan-la-atencion-y-la-toma-de-decisiones


lainformacion.com

http://noticias.lainformacion.com/ciencia-y-tecnologia/investigacion/los-videojuegos-de-accion-mejoran-diversas-funciones-cerebrales_INlEPUXr9WUPgw2MCpW845/