viernes, 4 de mayo de 2018

Marcador Somático


“Las emociones influyen en nuestros proceso de decisiones y razonamiento”


El modelo del Marcador Somático de Antonio Damasio trata de explicar el papel de las emociones en la toma de decisiones, su relación con las funciones ejecutivas y el papel de los lóbulos frontales. 





Esta hipótesis surge de la necesidad de explicar algunos hallazgos clínicos como la existencia de pacientes que, a pesar de tener conservadas su capacidad intelectual, su capacidad de razonamiento, el lenguaje, la memoria operativa y la atención básica, sus dificultades en la vida cotidiana son evidentes, presentando graves problemas en la toma de decisiones, en el dominio personal y social. Todos ellos suelen presentar lesiones en las regiones ventromediales de la corteza prefrontal. Son pacientes que presentan dificultades para expresar emociones y, fundamentalmente, una grave dificultad para tomar decisiones acertadas y adaptadas en su vida cotidiana. (Damasio, 1996; Damasio, Tranel, y Damasio, 1991, 1998)

Javier Tirapu et al. (2002) en su revisión recoge que cuando hablamos de toma de decisión se da por sentado que quien decide, posee conocimientos sobre la situación que requiere una decisión, sobre las distintas opciones de acción y sobre las consecuencias inmediatas y futuras de cada una de estas opciones. En este sentido, el marcador somático forzaría la atención hacia las consecuencias a las que puede conducir una acción determinada, funcionando como una señal de alarma automática ante lo inadecuado de algunas decisiones. Esta señal básicamente emocional puede llevarnos a rechazar inmediatamente el curso de la acción, con lo que nos guiará hacia otras alternativas. 

Los marcadores somáticos se cruzan con las funciones ejecutivas en el campo de la deliberación, ya que resultan fundamentales a la hora de tomar decisiones y resaltar unas opciones sobre otras. Si las emociones se relacionan con el cuerpo y estas emociones señalan caminos en las decisiones, de ahí el término de Marcador Somático.





Fuentes de información:
  • Damasio, A.R. (1996). El error de Descartes. Barcelona: Crítica.
  • Tirapu, J., Muñoz-Cespedes, J.M., Y Peligrín, C. (2002). Funciones ejecutivas: necesidad de una integración conceptual. Revista de Neurología, 34(7), 673-685.
  • Enríquez de Valenzuela, P., Neurociencia Cognitiva, Ed. Sanz y Torres, s.l, Uned, 277-278.


Recomendación: Tirapu, J., García, A., Ríos, M. y Ardilla, A. (2012). Neuropsicología de la corteza prefrontal y las funciones ejecutivas. Barcelona. Viguera.








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